Hermosillo, Sonora, 19 de septiembre de 2023. Esta mañana, en punto de las 9:45 horas, sonaron en los seis campus de la Universidad de Sonora los altavoces de la alerta sísmica y la comunidad universitaria salió de los diversos edificios y departamentos académicos de la institución y se unió así al Segundo Simulacro Nacional de Evacuación 2023.
Esta actividad se realizó para conmemorar a las víctimas de los terremotos de 1985 y 2017, ocurridos en la capital del país; esto, además, como un ejercicio de protección civil de esta casa de estudios, alcanzándose el cumplimiento de desplazarse, comportarse y mantener la calma durante el suceso.
Fortalecen cultura de protección civil
David Fontes Domínguez, responsable de la Coordinación de Seguridad Universitaria, al encabezar la actividad, reiteró que, de acuerdo a los protocolos establecidos, se logró entre los participantes que, tras activarse la alerta sísmica, se conservara la calma entre los universitarios.
“Una vez más se fortaleció y fomentó la cultura de la Protección Civil entre la comunidad universitaria”, dijo complacido tras dirigir y supervisar los protocolos del simulacro.
Recordó que, previamente, por disposición del Gobierno Federal este año se recomendó llevar a cabo el simulacro de evacuación en memoria de los terremotos de 1985 y 2017 en la capital del país, calificados como los dos más destructivos en la historia reciente del país y ocurridos en la misma fecha.
Hizo referencia a aquellos sismos sucedidos en la Ciudad de México, los que dijo fueron de trágicas consecuencias, especialmente humanas, el primero de ellos de magnitud 8.1 que afectó la zona centro, sur y occidente del país, mientras que el de hace tres años, de magnitud 7.1.
Asimismo, señaló que en esta vez se tomó como referencia el sismo de 7.6 de intensidad sucedido en Bavispe, en 1887.
Importante avance
Fontes Domínguez afirmó que se atendió la invitación, aunque advirtió que el simulacro es un ejercicio que cada año se realiza en los campus de la Universidad de Sonora.
Lo importante, dijo, es que, independientemente de la convocatoria del gobierno federal, ya se tenían avances en esa acción preventiva.
“Observamos un avance significativo en la organización y participación de nuestra comunidad universitaria”, indicó, señalando que se desplazó de manera segura atendiendo las indicaciones, sin alterarse en su ánimo, hacia los puntos de reunión de menos riesgo.
Brigadistas en acción
El funcionario universitario informó que cada departamento académico cuenta con su grupo de brigadistas, siendo los docentes a quienes prepararon para sacar a los estudiantes del aula y dirigirlos hacia el punto de menor riesgo, además de que también se tenía lista la brigada de evacuación, aunque afirmó que no hubo necesidad de utilizar la de búsqueda y rescate.
De hecho, señaló que fue de nuevo una excelente oportunidad para que las brigadas aplicaran la capacitación que han adquirido.
David Fontes reiteró la importancia de la cultura en esta materia para estar preparados porque los tiempos actuales nos lo señalan y exigen, ya que el fenómeno del cambio climático “está haciendo su trabajo y debemos estar en alerta ante cualquier contingencia”.
En igual forma, destacó que con el simulacro se busca fortalecer las capacidades de respuesta a eventos sísmicos por medio de la organización, planificación y preparación de instituciones educativas.
Estar preparados
Juan Ramón Meza Acosta, alumno del séptimo semestre de la Licenciatura en Seguridad Pública, consideró que resulta importante realizar este tipo de eventos porque con todo y que vivimos en una entidad donde tal vez no se presenten graves sismos, no deja de existir esa posibilidad de que los haya en cualquier momento y que por lo tato gracias a estas actividades se puede estar preparado con gran conocimiento.
“Con los simulacros prácticamente nos preparan, incluso psicológicamente, para que podamos actuar en una forma correcta en el momento que ocurra un evento de esa naturaleza”, dijo.
Entre más información se tiene, sostuvo, se logra mayor seguridad.
Brida Mariana Porras Tapia, estudiante del séptimo semestre de la carrera de Psicología, señaló la importancia de que la comunidad estudiantil esté informada y preparada para cualquier contingencia.
Expresó que las prácticas de prevención ayudan a reaccionar de manera positiva ante los protocolos de actuación y con ello se logra un ciclo de mejora continua en materia de protección civil.
“Este tipo de actividades benefician a todos y enseñan a mantener la calma”, reiteró.
Alipia Avendaño Enciso, académica de la Licenciatura en Sociología, resaltó que la prevención da seguridad a los estudiantes y salvaguarda la vida de todos ellos.
Es importante, añadió, que en esta institución y todo el país practiquen planes de acción ante amenazas naturales.
“Se necesitan adoptar rutinas de acción convenientes para reaccionar en caso de una emergencia con rapidez y seguridad”, expresó.